
---->A tantas horas perdidas en ese parque
Hay una puerta en el extremo norte,
¿Cuánto encumbrar?
Envueltas en la cargazón,
Una hoguera apunto de extinguirse.
¿Cuánto reservar?
Con ropaje de respeto
Ahogas en un instante,
En un lodo inquisitorio
Aún me sigo preguntando los ¿Por qué?
Tanta cuerda mal anudada
Expuesta al sol
El grito….Mal preñado de crío, tirado
Abandonándolo entre desechos del vertedero
Más lejano….
¡Recuerdos! Ríos de horas malgastadas,
Tiempos de escuchas perdidas
Lloros arrastrados en esas aguas,
Perdidos en el funeral de tus palabras.
Molino de aspas rotas, alzando la mirada
Al pasillo de verdes hojas
Cargado de un rancio olor a volcanes desdentados
Juventud sobada con unas manos cargadas de barrancos
Espadas, dagas, mirar cuchillo canarios traspasando cavernas
Entre el dolor, fuegos extenuados suspiros sin control
Marco ese lugar donde pariste la primera vez
Piso tu suelo ahogo mi llanto con el desligar la madeja del paso
Sin pensar que el retorno no limpiara el collage del presente
Beso tu aura dejando llevar mi extremo
Al confín de tu vela
Luz que alumbre en noches perdido en ese
Norte de esquina a esquina.
2 comentarios:
En ocasiones uno se siente impotente ante tantas preguntas sin respuestas...
Lleva tu sello, tu fuerza, tu corazón.
Un abrazo Gonza, se te quiere.
LUNA
A veces somos guiados por instinto hacia ese extremo norte. No necesariamente por voluntad propia, aunque siempre asoma la duda.
TOCATTA Y FUGA
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