
El beso que nos oprime la angosta realidad a la luz perenne de la luna
A lo perdido encontrado bajo tu mano
A la piedra que tapa mis recuerdos
A la soledad radiante de tu mirada
A un soplo de vida que tu majestad serena guarda
A la inquietud que ennegrece tu tristeza
A la sola idea de ser un día solo perfume
A un día en la cama que nos dio vida
A tu alma
A mi alma
El salvaje bofetón de un amanecer tu presencia se hace braza del ciclo anterior